Recientemente Olga del blog Charcotrip http://charcotrip.com y Glo del blog La Maleta de Glo http://lamaletadeglo.blogspot.mx me nominaron a compartirles las 9 cosas que no sé hacer cuando viajo. Admito que cuando me nominó no me emocionó mucho la idea ya que a veces hacer una indagación a lo más profundo de nuestro ser no es lo más agradable y por lo general siempre nos gusta reconocer lo bonito y positivo en cada uno de nosotros y el analizar en lo que fallamos es siempre un conflicto.
Después de quedarme un tiempo analizando estos puntos llegó el momento de compartirles parte de mi intimidad viajera, ese lado que uno como blogger o como «Viajero experimentado» no le gusta que nadie se entere.
Mis 9 cosas que no se hacer cuando viajo son:
1.- No sé dar propinas.
Este es uno de mis temas más conflictivos en mis viajes. En México se acostumbra dar propina a todos para todo. Ha pasado que voy a algún país en el que no se acostumbra dejar propina en restaurantes y después de varios días te enteras que parte de tu presupuesto viajero lo has ido donando en restaurantes, hoteles y servicios turísticos cual magnate y sin motivo alguno. En esos casos hay dos opciones: llorarle a ese dinero «donado» o pensar que has hecho varias obras de «caridad»… La verdad es que tiendo más a llorar.
2.- No sé como saludar a la gente ni como despedirme.
Nací y crecí en un país en el que el contacto físico es lo más común y corriente y el saludarnos efusivamente no es excepción. Mínimo nos saludamos con un beso, es lo común y sobretodo con tus amigos es una serie de «beso-abrazo-beso». Sólo damos un beso del lado de la derecha (mejilla derecha propia con mejilla derecha ajena). Llegar a países como Alemania en los que solo se dan la mano para saludar (si es que llega a haber un contacto físico en algún momento) o a Italia en el que se dan dos besos pero empiezan del lado contrario (izquierda a derecha) ha provocado en mi viajar muchos «osos» (vergüenzas) por el simple hecho de ser amable, agradable y saludar. Besos robados y caras de terror de gente asustada porque piensa que literalmente te les estas echando encima son algunos de los ejemplos de mi no saber saludar. Lo mejor es quedarte parado y ver como reacciona la otra persona al saludar para evitar cualquier situación.
En cuanto a la despedida… no se como despedirme de la gente que conozco en los viajes. Hay quienes realmente han marcado la diferencia en mi viaje y a quienes aún después de tanto tiempo extraño mucho. Hay amistades que se forjan en pocos días o algunos meses de viaje que llegan a ser para toda la vida y de las cuales cuesta mucho trabajo despedirse. Para eso de las despedidas soy pésima y creo que nunca aprenderé a que no me duela.
3.- No sé regatear.
En mi país mucha gente acostumbra hacerlo pero yo por principios éticos y humanos no lo hago y menos a los indígenas. Por eso cuando he visitado países en los que es costumbre y lo más común regatear soy PESIMA para hacerlo y acaban sacándome un ojo de la cara por cualquier cosa. Definitivamente es algo que debería de aprender a hacer, regatear sin remordimiento alguno. ¿Alguien tiene algún consejo que me pueda dar al respecto?
4.- No sé como funcionan las playas fuera de México.
Fuera de México no sé cuando una playa es privada, pública o hay que pagar por simplemente pisarla. Si… habrá gente que se sorprenda que no sepa esto y gente que no sepa que esto pasa en otros países del mundo. Es sumamente desagradable que después de haber acomodado tu toalla en la arena (piedras) de la “playa”, haberte puesto protector solar, acomodarte para tomar el sol y que de pronto venga alguien a cobrarte por uso de suelo. Pero más desagradable es que para no cobrarte llegan a ligar contigo y pedir algo más que una cuota… Sí, eso me pasó en Viareggio, Italia y no, no acepté. Ese es un tipo de problemas a los que nos enfrentamos las mujeres viajeras, a los que no logro acostumbrarme.

Playa en Viareggio, Toscana. Lugar donde me pidieron pagar mi espacio de arena y donde me propusieron pagar de otra forma… Problemas a los que nos enfrentamos las mujeres viajeras solitarias.
5.- No se controlar los nervios pre-viaje.
Quizás varios se identifiquen conmigo pero siempre unos días antes de emprender un viaje que llevo planeando mucho tiempo los nervios se apoderan de mí. Mi emoción es tal que se me olvida hacer cosas, se me olvida siempre guardar algo en mi maleta o simplemente estoy en estado zombi hasta llegar al destino planeado. El inter soy un manojo de nervios y emociones que hay veces que me siento la persona más inmadura y sensible de este mundo… Confieso que me sale una que otra lagrimita de felicidad total cuando el avión despega.

Así es como me siento siempre antes de un viaje, tan emocionada y feliz que todo se vuelve borroso y poco claro… Sí, son los efectos secundarios de ser una Viaje Adicta.
6.- No sé hacer un presupuesto de viaje.
Por más que lo intento las cuentas nunca me salen y es que por lo general no puedo regresar sin haber comprado el típico souvenir, un par de zapatos (mínimo) para mis pies viajeros o cualquier cosilla que me recuerde cada vez que lo vea ese increíble viaje que hice a X lugar. Sí, admito que soy una viajera consumista y mínimo tengo que llevar un imán y una pluma o una taza para espresso a casa. También admito que me ha pasado hacer viajes en los que calculo cierta cantidad de gastos y resulta ser menos así que ese dinero sobrante se va destinado al siguiente viaje, ese que siempre tenemos en mente a pesar de que estemos viajando en el momento, porque para una viajera adicta como yo nunca faltan los planes viajeros.

Les presumo uno de mis pares de mocasines que me compré en mi reciente viaje a Barcelona. ¡No lo puedo evitar!
7.- No sé hacer Sandboard, ni esquiar sobre nieve, ni echarme en una liana en medio del bosque…
Como lo leen, no puedo hacer nada de eso porque las pocas veces que lo he hecho he sido una torpe. No entraré en detalles pero verme hacer alguna de estas actividades puede ser realmente hilarante.

Mi instinto salvaje no se notó al lanzarme en liana en un bosque patagónico chileno. Siguiente imagen: Karla comiendo hojas secas del piso.

Después de caerme, embarrame contra el piso y comer hojas secas, mejor disfrutar del momento a carcajadas.
8.- No sé no extrañar mi baño.
Sí, por muy desagradable que suene, mi baño es de lo que más extraño cuando viajo. En este punto tampoco entraré en detalles jajajaja.
Nota: Aquí no hay foto que compartir.
9.- No sé viajar con un solo par de zapatos.
Lo reconozco, este par de pies viajeros no pueden lucir siempre igual. A mi favor tengo que decir que el usar distinto tipo de calzado cuando se viaja es bueno para los pies y para las rodillas ya que el pie no se acostumbra a la misma horma y no se cansa ni desgasta. Además he de decir que estos pies viajeros por muy viajeros que sean, tienen que lucir siempre bien y de acuerdo al lugar que se visita. Así que puedo ir desde descalza, con botas de trekking y hasta con unos taconazos sexys y elegantes para una cena o una noche de fiesta.
Algunos ejemplos de zapatos (sólo 3) que me llevé a mi reciente viaje por España:
Pero lo que definitivamente no sé hacer es cómo no dejar de viajar, cómo no hacer de los viajes mi prioridad en la vida.
La verdad es que ni siquiera me interesa llevar a cabo o lograr este punto porque mi pasión en la vida es viajar y conocer el mundo, conocer gente, otras culturas, ver paisajes y ciudades mágicas y otras que no lo son, pero ese gusto por viajar no me interesa sacrificarlo.
En vista que debo de nominar dos viajeros más para que nos cuenten sus «9 cosas que no saben hacer cuando viajan», nomino a Gabo Por El Mundo y a Viajeros Vagabundos.
http://www.gaboporelmundo.com/
http://viajerosvagabundos.com
¿Se atreven a abrirse y contarnos su lado oscuro como viajeros?
Yo también soy malíiiiiiiiisima para regatear. Simplemente si algo lo considero caro, no lo compro, aunque me guste mucho. Pero si creo que tiene buen precio lo adquiero, aunque aquí muchos me han dicho que podría haberlo conseguido más barato. ¿Qué caso tiene regatear si ya lo consideras justo? A veces eso no lo entiendo.
Con respecto al presupuesto, cuando viajaba de pequeña con mis papás llevaba mis ahorros y un vez en mitad de pleno viaje me quedé sin un centavo. ¡Llorabaaaa! jajaja aunque obviamente disfruté mucho de lo que compré, pero fue horrible ya no tener qué gastar jajaja. Así que ahora, antes de viajar hago una extensa búsqueda para hacer un presupuesto y llevo cierta cantidad de dinero que divido en partes iguales por día. Cada noche hago un recuento de lo que he gastado y ajusto…así me doy cuenta si estoy gastando de más. En fin, soy contadora…creo que es «normal» jajaja.
¡Saludos!
Por cierto, ¡me encanta tu collar»
¡Ufff en eso del presupuesto se te nota lo contadora! Yo por más que lo intento no da resultado jajajaja y bueno, hay veces que me doy cuenta que regreso con dinero en la bolsa y otras con números rojos, lo que sí es que siempre regreso llena de experiencias y energía positiva viajera 🙂
Muchas gracias por tu comentario y compartirnos tu experiencia.
¡Saludos viajeros!
Me encanto tu lista y hay muchas coincidencias:
Tambien soy mala para regatear
Tampoco se esquiar y todo lo demas XD
Tambien sufro de nervios previaje… el dia antes de hecho me da un bajon…. no se XD
Con respecto a los zapatos antes me pasaba lo mismo, ya mas o menos aprendi a controlarme… a veces me fuerzo a usar solo los zapatos que llevo puestos o sea no empaco mas que las sandalias de ba~o y las pantunflas… me funciona «casi» siempre hehe
El Ba~o, totalmente de acuerdo hahaha
Los saludos igual me pasa… las propinas ya simplemente no doy para no hacerme bolas… las despedidas, bua, la verdad es que prefiero no despedirme y asi ya… 🙁
Saluditos y espero que te hayas divertido haciendo la lista 😀 ahora ya nos conocemos mas!!
Jajajaja me da gusto que te hayas identificado con algunos de mis nueve puntos. Me divertí muchísimo pensando cuales poner y en las anécdotas que van detrás de cada punto.
Muchas gracias por haberme nominado 😀
¡Saludos viajeros!
¡Ha! Eres una ñoña encantadora. Quizá mi parte favorita es esa de «no se echarme de una liana, ni hacer snowboard» Damn.. yo soy igual o quizá peor. Y yo, bueno, yo no extraño mi baño, pero lo que sí llego a extrañar es la calidad del papel higienico o los baños occidentales en Asia
jajajaja y si me vieras intentar hacer alguna de esas actividades te aseguro que tendrías una buena dosis de cacajadas.
Lo del papel de baño estoy totalmente de acuerdo contigo, sólo pensar en ese papel de baño en Europa que parece papel estraza me empieza a salir una lagrimita ¡Es horrible¡
¡Saludos viajeros!
Muy bueno y real Karla ¡¡¡ Yo me identifico con los nervios pre-viaje y lo de dar propinas, y con lo de regatear me sale solo en México, por aquí por Europa me da vergüenza y no se lo toma bien todo el mundo. Tampoco sé esquiar y no extraño mi baño… Un saludo 😉
Muchas gracias Objetivomundo 🙂
Eso de regatear no me sale ni en mi país. La verdad es que me cuesta mucho trabajo hacerlo sobretodo a los artesanos y micro productores, sé lo que cuesta trabajo hacer sus creaciones y pago lo que me pidan, porque realmente eso vale, su esfuerzo y tu ingenio.
Lo del baño… no puedo evitarlo jajajaja
¡Saludos viajeros!
Hola Karla, me encantó el post… comparto y me siento identificado en muchas de tus líneas… a ver como me saludas ahora que en un par de días nos cruzamos por ahí eh 😉
Me da gusto que te haya gustado Alejandro. Espero que mi saludo de ayer no haya sido «raro» jajaja
Saludos viajeros
Pues nunca me he plantado semejante cuestión ;-). Divertido y original post!
Nunca es tarde para cuestionarse a uno mismo y conocerse desde otra perspectiva. Quizás así ahora uno pueda mejorar ciertas habilidades viajeras. Muchos saludos 🙂
Jajaja Karla.
Tenemos montón de cosas en común que no sabemos hacer…
Los nervios y estar en estado zombie antes de los viajes es lo mas normal.
Los deportes de riesgo jajaja ahí nos pillan a más de uno. Reconozco que hago algo de esto pero soy malisima!
Regatear es un mundo aparte, si no has nacido en un sitio donde habitualmente se regatea, es bien dificil llegar a ese punto donde no cedes ni un céntimo…
Lo de playas ni lo habia pensado!!!
Un saludo …
Jajajaja es que por más que pasen los viajes y pase el tiempo siempre hay cosas que uno sigue haciendo o deja de hacer. Eso de regatear de verdad que me cuesta un trabajo tremendo jajajaja.
Te mando un fuerte abrazo y gracias por compartir tu mensaje 😀
Hola!
Lindos zapatos los tuyos en Aranjuez! 🙂
Me he sentido muuuuuy identificada con ese momento «cuarto de baño»! Una vez lo eché MUCHO de menos en un restaurante oscuro en mitad de CHinatown en NuevaYork y….. (tampoco entraré en detalles :P)
Me ha encantado ese momento, «no sé regatear», confieso que yo tampoco, pero la verdad es que estoy haciendo un curso rápido en Wallapop que es una app para vender objetos de 2da mano, parece un zoco!!!!
Lo de las propinas, creo que daría para asignatura de Diplomatura de turismo en cualquier Universidad.
Me he reído mucho leyéndote!
Un abrazo!
Isabel
jajajaja muchas gracias por lo de los zapatos en Aranjuez 😛
Como dices, hay veces que es mejor no entrar en detalles, pero hay cosas o situaciones en los viajes que simplemente es mejor tratar no recordarlos :/
Eso de regatear realmente es algo que no logro aprender , no me gusta aunque en ciertos países sea parte de la cultura.
Muchas gracias por tu comentario 😀
Jejejeje oye que guardadito lo tenias Karlita están muy buenos y coincido en algunos siempre es un placer conocer mas de mis maestros viajeros
Jajajaja gracias por tu mensaje Rafa 🙂
¡Muy buen post! Chispas, yo en vez del baño mi cama Jajaja lo primero Que hago al llegar a un hotel es dejarme caer sobre la cama y primero la amo, es así como amor a primera vista jajaja pero después de dos noches extraño mi camita jajaja
Jajajajaja suele pasar. La verdad es que yo ya estoy acostumbrada a dormir donde sea, pero el baño es el baño jajajaj 😛
Wowww, que introspección!!! creo que jamás la hubiera logrado pero coincido contigo en la mayoría de puntos…
No se regatear, vaya, ni lo intento además viajo con tan poco espacio que a menos que se algo que quiera o necesite pregunto el precio.
Esquiar, Sandboard, negado totalmente vaya ni banana ni parachute nada! si acaso bicicleta.
y Presupuesto ni hablo siempre voy limitado así que diría un amigo, del dinero ni te preocupes… no hay.
Zapatos, aparte de las botas de moto un par de tenis es indispensable, pero creo que seria feliz andando descalzo por el mundo.
Saludos Karla!!!!
Jajajajaja pues que te digo, no somos perfectos, pero lo que sí es que con todas esas debilidades viajeras estoy segura que acumulamos mil anécdotas. Eso de andar descalzo por el mundo me gusta, aunque creo que tengo que preparar más mis pies viajeros para aguantar suelos diferentes jejeje. Saludos viajeros 🙂