Quienes me siguen desde hace tiempo saben que tengo una zona de este planeta que me encanta y que no me canso de visitar: Sudamérica.
Hace cuatro años que lo dejé todo para dedicarme a viajar y empecé mi vida de viajera con un viaje de tres meses por Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Perú y Bolivia. Cuatro años después he vuelto a la fascinante Sudamérica por 40 días y esta vez a Perú, Chile y Argentina en un viaje que lo llamé #CaminoSudamerica. En este post sólo les voy a contar un poco de cómo fue mi ruta, precios y cómo dividí el tiempo de este viaje en cuanto a destinos, así que en los próximos posts les dedicaré uno a cada ciudad/pueblo/Parque Nacional, etc.

Mi pies viajeros caminando diferentes pisos de Sudamérica.
Recomiendo hacer este tipo de viaje en verano del hemisferio sur (diciembre-marzo) ya que el clima suele ser más benévolo en las zonas más sureñas. Mi viaje lo realicé del 10 de febrero al 20 de marzo y puedo decir que me tocó todo tipo de climas, principalmente por los destinos que visité.
En total visté 12 ciudades, recorrí unos 17000km desde mi casa (incluyendo vuelos), volé, caminé, fui en coche, en barco, catamarán y autobús. Conocí gente de esos 3 países y además gente de Suiza, Alemania, Francia, Colombia, Holanda, Italia.
Hablé español, alemán, italiano, inglés e intenté defenderme en francés. Dormí en casas, hostels y hoteles.

Llegando a Lima ¡El viaje de #CaminoSudamerica empieza!
Vi mar, Lagos, estepa patagonica, volcanes, viñedos, atardeceres, parques nacionales, nadé en el mar, vi el cielo estrellado del sur de Chile, sentí dos temblores ligeros en Chile, temperaturas de 0 grados y de casi 40, morí de frío y de calor, comí delicioso, bebí delicioso, me resfrié unos días, me torcí un tobillo, me caí y me raspé una rodilla, me enfermé del estomago, viví unos días de catástrofe natural debido a las lluvias en el sur de Chile y en Lima, estuve desconectada de internet dos semanas. Reí, reí más, lloré, bailé, comí delicioso, abracé y disfruté al máximo cada momento.
Traslados
Mi viaje lo empecé volando con Interjet directo a Lima, Perú desde la Ciudad de México y volví también volando desde esta ciudad. En cuanto a precio, puntualidad y comodidad me pareció una excelente opción y volvería a volar con ellos a este destino. (Precio promedio por vuelo ida y vuelta unos 350 USD)
De Lima volé a Santiago de Chile y para volver a Lima fue la misma ruta (Vuelo ida y vuelta me costó unos 300 USD)
El resto del viaje lo hice todo en autobús, catamaranes, ferries y coches de gente buena onda que me ayudó a poder moverme en Chile y Argentina.

Lista en mi vuelo de Internet para empezar mi viaje #CaminoSudamerica.
Perú
Lima 10-14 de febrero
Le dediqué 4 días a caminar la capital peruana, descubrir zonas que no había podido visitar en mi viaje pasado, pero principalmente a comer y disfrutar de sus sabores. La comida peruana es definitivamente de mis favoritas, por lo que esta vez mi viaje se lo dediqué a mi paladar y a mi estómago. 4 días son una buena cantidad de días para poder disfrutar de la gastronomía peruana, desde comer en un mercado hasta poder comer en algún restaurante de más «nivel».

Ceviche de «El Cevichano» en Surquillo, Lima.
Chile
14-28 febrero
Al principio del viaje pasé un día en Santiago en el que decidí a comer a uno de mis restaurantes favoritos en esta ciudad: La Perla, donde se pueden degustar de platillos de pescado y mariscos típicos chilenos. Se encuentra en un centro comercial llamado Parque Arauco. El resto del día lo pasé con mis primos y mi familia, ya que llevábamos 4 años sin vernos.
Al día siguiente de Santiago, volé a Puerto Montt con Skyairlines (40 USD). Puerto Montt es la ciudad en la Zona de Lagos del sur de Chile a donde llegan los vuelos, por lo que suele ser uno de los puntos importantes para visitar. En mi caso, esta vez no paré en la ciudad, pero si quieres leer otro post sobre ella puedes hacer AQUI. En esta zona de Lagos pasé dos semanas de relax, de visitar a mi familia y de desconectarme de las redes sociales.

Vista del Volcán Osorno desde el Lago Todos los Santos.
Al término de estas dos semanas de relax, decidí ir a Argentina, pero para hacerlo hay dos formas desde esta zona:
1- En autobús o coche pasando por el Paso Cardenal Samore. La ciudad chilena más cercana es Osorno, por lo que me quedaba un poco lejos poder hacer este cruce.
2- Hacer Cruce de Lagos Andinos con la compañía Cruce Andino saliendo desde Puerto Varas hasta Bariloche. Consiste en cruzar los andes navegando por sus lagos de deshielo de volcanes andinos y dejarse cautivar por los paisajes de sus verdes bosques y azules aguas glaciares. Esta fue mi opción. Sale más caro que ir en coche o autobús, pero el recorrido es ESPECTACULAR y tarda unas 8 horas en total.

Feliz disfrutando de unos días de desconexión en el Lago Todos los Santos en el la Zona de Lagos en el sur de Chile.
Argentina
28 de febrero al 8 de marzo
Llegué a Bariloche donde pasé dos días, caminando por la calle de Mitre, comiendo chocolates y pastelitos en Rapa Nui y Mamushka y bebiendo cerveza en Manush.
Después de dos días en la ciudad capital del chocolate, me fui 3 días a Esquel, en el Chubut. Se encuentra a unas 5 horas en autobús al sur de Bariloche y es una pequeña ciudad de donde parten muchos atractivos turísticos como visitar el Parque Nacional de Los Alerces y el recorrido en el tren Expreso Patogénico «La Trochita». Estos días en Esquel fueron geniales, puede ver a un primo y a mis queridos amigos Viajeros Copados. Pude caminar y disfrutar del viento frío y de la naturaleza de la Patagonia Argentina.

Feliz caminando por el Parque Nacional de los Alerces.
Después de estos 3 días en Esquel volví a Bariloche, donde pasé otros dos días y desde donde pude viajar también Villa la Angostura. Ahí pude visitar a Lau (Mariposita viaja), paseamos por la linda ciudad andina, cenamos delicioso en Tinto y pudimos abrazar esos fríos árboles de troncos color naranja llamados arrayanes.

Recorrido por la patagonia argentina en La Trochita, el expreso patagónico.
Chile
8-18 de marzo
A mi vuelta a Chile después de pasar un poco más de una semana en Argentina, volví a Valdivia, ciudad capital de la cerveza en Chile y de gran influencia Alemana. Conocí el centro de Temuco y de ahí me fui en autobús a Malalcahuello al Hostal Ruta 181 que se encuentra cerca del volcán Lonquimay y es un lugar ideal para ir a esquiar en invierno.

Primera nevada de la temporada en el volcán Lonquimay, Chile.
De ahí me fui en autobús nocturno a Valparaíso, el puerto más importante de Chile, ciudad donde vivió Pablo Neruda y que con sus casa de colores enamora a quienes la visitan. De ahí tuve la oportunidad de vivir un día entre vides, viñedos y catando vinos chilenos en el Valle Casablanca que se encuentra a tan sólo 30 min entre Valparaíso y Santiago, ciudad en la que terminé mi viaje por Chile.

Imágenes con las que te topas caminando por Valparaíso, Chile.
Perú
17-20 marzo
Esta última parte de mi viaje no fue lo que esperaba ni lo que había planeado. A veces las cosas no salen como uno quisiera y en este caso se debió a una catástrofe natural qué pasó unos 4 días antes de mi llegada a este país. Era el final de mi viaje y la idea era cerrarlo probando otros restaurantes y otros sabores, pero los Huaycos (avalanchas de tierra y agua) dejaron incomunicado gran parte del país, entre varias de las ciudades, Lima fue una en padecerlo y por lo mismo no había suministro de agua potable en la ciudad. Por ello cerraron restaurantes, locales y demás servicios y esos días los dediqué a pasarlos en la playa de Miraflores con otros viajeros.

Disfrutando de un día de playa y sol en Lima, Perú.
Conforme más viajo a esta zona del continente Americano, cada vez me enamora más de Sudamérica.
#CaminoSudamerica