Después de haberles contado sobre mi triste decepción viajera en Río de Janeiro creo que tengo que ser justa y contarles sobre las cosas que sí me gustaron de esta ciudad, y es que hasta donde hay feo, puede haber bonito, el punto es encontrarle el lado agradable a lo desagradable ¿No lo creen? Me quedaba aún día y medio en esta ciudad en la cual no me sentía bienvenida y de la que ya me quería ir. Pero esas ganas de irme cambiaron cuando desayunando en el hostel conocí a dos chicas peruanas y a una colombiana que querían ir al Corcovado, así que me uní al plan. Por lo general el ánimo me cambia cuando conozco más gente cuando viajo sola, así que irme con ellas me vino de maravilla.
En vista de que no llevaba dinero en efectivo porque mi tarjeta seguía sin funcionar en los cajeros automáticos, les propuse pagar con mi tarjeta de crédito nuestros boletos y que ellas me dieran el dinero, es una forma práctica y fácil de poder tener efectivo cuando estás atada de manos. Subir al Corcovado puede ser toda una aventura. Para empezar cuesta el equivalente a 20 USD y las filas pueden ser eternas. Tuvimos que esperar aproximadamente hora y media para poder subir al teleférico y visitar a este patrimonio de la UNESCO y una de las 7 Maravillas del Mundo Moderno.
Por fin llegamos, estaba lleno de gente, pero eso no fue impedimento para poder disfrutar de las increíbles vistas panorámicas que se ven desde ahí. Rio de Janeiro es una belleza natural, una belleza geográfica que ninguna otra ciudad del mundo se le parece.
Ver Río desde las alturas es impresionante. Tengan cuidado de no tragarse un mosquito o algún bicharraco volador porque lo más seguro es que se queden con la boca abierta un buen rato mientras se admira la bahía de Copacabana, la laguna, la bahía de Ipanema, los islotes, etc.
Si lo que se quiere es ver estos paisajes, aconsejo ir al Corcovado ya que desde aquí se tiene una vista de 360º de toda la ciudad. Fotos, fotos y más fotos para captar cada momento y cada ángulo.
Obviamente no pudieron faltar las fotos de mis pies viajeros y el Cristo Redentor.
Después de esta visita al Corcovado me di cuenta que el viaje valió la pena con el simple hecho de haberme podido deleitar los ojos con esos paisajes.
Después de pasar horas disfrutando de la ciudad desde las alturas, fue momento de bajar a la realidad de la ciudad, pero para evitar un shock con esa realidad, decidimos ir a deleitar el paladar con unas caipirinhas de Maracuyá. Cuando nos dimos cuenta ya se estaba haciendo de noche y nos fimos a caminar por Copacabana a un mercadillo en el que no pude dejar de comprar mi clásicos imanes de viajes, un pareo y uno que otro regalillo.
Caminar por esas calles, con pequeños tabiques blacos y negros que forman figuras en el piso me encantó y me hizo pensar y recordar Portugal, uno de mis países favoritos en el mundo. A pesar de que Brasil fue un país colonizado por Portugueses realmente no se siente la influencia de Portugal en este país mas que en el idioma y pequeños detalles como las banquetas (aceras) de tabiques bicolor.
Mi último día, medio día en realidad, lo pasé con Samira, una chica de Florianópolis que se estaba hospedando en mi mismo hostel y a quien le conté sobre mi decepción viajera. Quería que me fuera con un mejor sabor de boca de esta ciudad y me llevó a las playas de Ipanema y Leblon. Si hubiera sabido desde el principio que era totalmente otra cosa a Copacabana creo que mi decepción viajera no habría sido tanta.
Llegar a esa bahía en la que se respira espacio, buen ambiente y limpieza era como llegar a otro mundo. Caminamos un rato para escoger el punto perfecto donde nos asolearíamos, pero antes de tumbarme en la arena caí en la tentación de tomarme un agua de coco recién cortado, una delicia total.
Pasamos la mañana en la playa, el mar estaba menos sucio en esa zona y ni hablar de la arena, parecía nueva. La gente local sale a correr en la playa, a jugar futbol, a asolearse y quedar morenísimo, a disfrutar la vida y eso me encantó.
Gracias Samira por tan buen momento y por ayudarme a cambiar de opinión sobre esta ciudad.

Lo admito… metí sólo los pies al mar, no me atreví a meterme completa después de mi experiencia en Copacabana…
En resumen puedo decir que lo que me gustó de Río de Janeiro fue:
- Subir al Corcovado.
- Las caipirinhas de maracuyá y los brigadeiros… nada que agregar.
- Caminar por las banquetas (aceras) de tabiques negros y blancos formando formas y grecas.
- La playa de Leblón y los bikinis brasileños.
- Hacer nuevas amistades viajeras.
Las horas pasaron rapidísimo y de pronto ya estaba en la estación de autobús para volver a Sao Paulo y salir al día siguiente rumbo a Perú.
Si te gustó las maravillas de Río de Janeiro, no puedes perder las otras maravillosas playas de Brasil!
Muy buena la capirinha…y el artículo Karla ¡¡¡ casi todos los lugares tienen su cara y su cruz. A pesar de que me gustaría ver las 7 maravillas del Mundo creo que me costaría mucho arrancarme para ir a Río de Janeiro a ver solamente el Cristo. Un saludo 🙂
Muchas gracias por tu comentario Antonio. Realmente mi viaje a Río de Janeiro valió la pena por haber visitado el Crocovado, una de las 7 maravillas modernas del mundo. Si piensas ir a Brasil, tómate dos días, para ir a Río y conocer este sitio 🙂
¡Saludos viajeros!
Esas caipirinhas se ven muy tentadoras. Si están tan buenas como aparentan?
Jajaja Viajeros Vagabundos, esas caipirinhas estaban mejor de como se ven… BUENIIIISIMAS
Claro que te tenía que gustar! Pues mira, yo me alojé en Ipanema y también me llevé un chasco, es demasiado tranquilo! De hecho nos íbamos a Copacabana o a Lapa a cenar y/o salir un poco. Estoy súper de acuerdo en que las vistas desde el Corcovado son impresionantes, a mí me enamoraron! Totalmente!!!
Ufff bueno saber que en Ipanema te fue así Diana Miaus… Es que aunque lo intente no me veo regresando a Río… Sí me encantó el Corcovado y sus vistas, pero no repetiría…
¿Será que tendré que darle dentro de unos años una segunda oportunidad a esta ciudad?
¡Saludos viajeros!
Que bien que al final te quedara buen sabor de boca!
Conocer gente es genial, a mi también me han alegrado momentos de tensión.
Maravillosas vistas, enamoran!
Un abrazote!
Muchas gracias Iciar, realmente si cambia muchas veces el ánimo el conocer gente durante los viajes, a mi eso me parece genial. Un fuerte abrazo viajero 🙂
Querida Karla !!Foi um prazer relembrar estes momentos na cidade maravilhosa!Espero te reencontrar novamente em outras trips já que você é uma verdadeira travel woman!!Beijoss
Temos que fazer outra viagem juntas! Sería muito lindo!! Foi um prazer Samira e muito obrigada por mim levar para conhecer outra cara do Rio… 🙂
Até a próxima e ficamos em contato.
Biejos desde o México
No tuve la oportunidad de visitar Rio todavía, lástima esos destinos tan turificados que a veces hay que esperar tanto y pagar…
Ufff si… cuesta muchas veces mucho poder ir y en lo personal prefiero los lugares menos turísticos. Esta fue mi experiencia viajera, mas conozco personas que adoraron haber ido a Río, será cosa de suerte y de perspectivas. Si vas cuéntanos como te fue 😉
Ya solo por el hecho de haberte podido tomar esa foto de pies viajeros con el Cristo Redentor valio la pena 😀 y como te dije antes… ahora ya sabes como es, nadie te lo va a contar 😉
Te juro que todo ese viaje valió la pena sólo por eso jajajaja. Ahora quedan menos maravillas del mundo moderno que conocer 😀
Hay que sacar lo positivo de la negativo. Es muy valorable sobreponerse a los problemas. Seguro que ya viste la ciudad con otros ojos. Muy bonitas las vistas. Sin dudas un lugar muy recomendable a visitar, como el resto de Brasil….. un saludin guapa
Si, después de varios momentos feos y difíciles que viví en esa ciudad, fue bueno poder cerrar mi viaje con broche de oro con esas vistas espectaculares.
Muchos saludos viajeros querida Tu Hobby Tu Viaje 😉
Llevo tanto tiempo queriendo ir a Río… y tus fotos sólo me han dado más envidia!! 🙂
Pues ojalá te animes a ir pronto y nos cuentes tu experiencia viajera por Río 😀
¡Saluodos Viajeros!
Hola, que dicha que pudiste disfrutar de otro panorama en Rió, muchas veces el viajero llega a otro lugar con la expectativa tan alta que una sola cosa arruina todo y es totalmente comprensible. Es una cuestión de adaptacion emocional pero son etapas que deben superar rápido porque si se extiende mucho no te va dejar mirar el lado bueno de las cosas. Que dicha que pudiste resolver ese trance rápido y al toque estabas haciendo otra actividad. Saludos y me encanto la propuesta.
Bonitos relatos ambas partes. 🙂 Abrazos Karla
Muchas gracias 🙂
¡Hola Karla! Fíjate a mí Río me gustó mucho, el Corcovado me encantó pero para mí fueron mejores las vistas del Pan de Azúcar. La playa de Ipanema es preciosa y qué decir de la caipiriña y los brigadeiros… Hmm aunque casi me quedo más con los zumos naturales hechos al momento de abacaxi com hortelá. Ahora voy a leer tu otro post de por qué no te gusto ya que me intrigaste… Un besazo de Patri la cosmopolilla.
Jejejeje pues si, hay lugares muy bonitos y comida rica en Río de Janeiro, con eso me quedo 😉
Un abrazo viajero
Hola !! Super buenas tus impresiones , te queria preguntar si ir al corcovado fueron en taxi , metro? Cual recomiendas? Yo ire pero no se nada sobre locomocion . Un abrazo
Hola Macarena, disculpa que te responda hasta ahora. Te cuento que al Corcovado fuimos en Taxi, es la opción más cara, pero la más rápida y cuando se divide con más personas (en caso de que viajes con amigos o con personas con las que compartas gastos) es excelente opción. Realmente no sabría informarte sobre el metro o autobús para llegar al corcovado, aunque estoy segura de que debe de haber alguna parada obligada en cualquier medio de transporte.
El autobús lo usé para ir de Copacabana a la estación de autobuses para poder volver a Sao Paulo y fue una muy buena y económica opción.
Otra idea que se me ocurre, es que quizás podrías subirte a los típicos autobuses turísticos que te dan el tour por la ciudad y en lo que puedes subir y bajar de ellos todo el día pagando una sola tarifa, una especie de Turibus o Hop-on Hop-off.
Espero que te haya podido ayudar y si necesitas más tips no dudes en preguntar y con gusto te ayudo.
Abrazos viajeros
Excelente relato Karla; sí no es una ciudad fácil, como ya no lo es ninguna gran ciudad, pero vale la pena los avatares del viaje, Río es una maravilla; de verdad te admiro.
Muchas gracias por tu comentario Miguel. Creo que tendré que darle una segunda oportunidad a Río algún día 😉