Después de haber pasado un mes en Argentina conociendo nuevos lugares, amigos, conociendo parientes y visitando a los que ya conocía, era momento de seguir con mi viaje por Sudamérica. Ahora tocaba volar desde Ezeiza con rumbo a un país tropical: Brasil.
Desde hacía mucho tiempo tenía ganas de conocer este verde país ya que la vida me ha acercado a él desde hace muchos años al conocer grandes amigos brasileños en distintos países y tras haber estudiado portugués por tres años era momento de ir a poner en práctica esos conocimientos. Tengo que admitir que me ilusionaba sobremanera ir a conocer ese país tan exótico. Tenía una cierta idea de lo que me iba a encontrar ya que mis amigos me habían contado cosas sobre su país.
Tan sólo aterrizó el avión y pude poner un pie en el aeropuerto de Guarulhos (São Paulo) mi chip mental cambió. El portugués ya no sonaba extranjero y tras haber presentado mi pasaporte en migración, haber respondido a unas preguntas que me hizo la agente de migración en portugués y ver que entendió todo lo que dije, me dirigí airosa a recoger mi maleta para correr a la salida del aeropuerto y poder empezar esa nueva aventura viajera.
Lex, una queridísima amiga inglesa que conocí hace 14 años en Alemania y que un tiempo vivió en México, muy amablemente me ofreció quedarme con ella el tiempo que estuviera en São Paulo. Llevábamos un año sin vernos y estaba ansiosa por salir del aeropuerto, llegar a su casa y no parar de platicar y ponernos al tanto de todo lo que pudo haber pasado en nuestras respectivas vidas. Cogí mi maleta y salí disparada a buscar un autobús que me llevara a la zona donde vivía Lex. Desde Guarulhos al centro de São Paulo y ciertas zonas de la ciudad hay autobuses que te llevan por un precio en especial dependiendo de la zona a la que vayas.Ese fue mi primer shock con los precios en Brasil, todo estaba realmente muy caro. http://www.airportbusservice.com.br/br/linhas
Todo fluyó sin ningún problema a parte de que tuve que esperar el autobús por más de media hora. Llegar a casa de Lex me tomó casi 4 horas ya que el tráfico de la ciudad es INSOPORTABLE y mira que lo dice una defeña «acostumbrada» al tráfico de la Ciudad de México, el cual creía que no se podía ver superado por ningún otro tráfico en el mundo. Gran equivocación la mía. Me enteré que debido al tráfico de la ciudad y el enorme tamaño que tiene, muchísimos empresarios se mueven por la ciudad en helicóptero y el sonido de las hélices no para en todo el día. Tan sólo llegué a casa de Lex y nos fuimos enseguida a Vila Madalena, una zona en la que encuentras todo tipo de restaurantes y bares excelentes para salir con amigos e ir de un sitio al otro. Ahí nos encontramos con Paty, otra querida amiga mexicana que conocimos en clases de portugués. Es increíble como a pesar de la distancia, la vida de cada persona, las distancias e idiomas, el universo confabula y te lleva a reencontrarte con gente querida de una forma inesperada. Poco duró esa noche de risas y pláticas entre amigas ya que yo estaba agotada y ellas tenían que ir a trabajar al día siguiente. Nos despedimos por ese día, pero el resto de la semana pasearíamos por la ciudad mientras coleccionábamos más momentos juntas.
Mi primera impresión de esta ciudad fue que realmente es un caos de ciudad. El ir del aeropuerto a casa de mi amiga duró más tiempo que el vuelo de Argentina a Brasil. La verdad es que estaba desesperada y no imaginaba que pudiera gustarme esa ciudad gigante. Además, mucha gente me dijo que no valía la pena conocer esta megápolis, que era demasiado caótica, que no tenía nada que ver ni ofrecer mas que negocios y dinero.
Me fui con esa idea y la verdad es que me gustó mucho. Es una ciudad no muy distinta a la mía pero ese ambiente tropical cosmopolita, cultural y artístico me encantó. Tiene muchos museos, parques, teatros y excelentes restaurantes. Es una de las capitales de la moda, la gente viste con mucho estilo y realmente esos cuerpos brasileños son de admirar y envidiar.
Tiene parques, colinas, un ambiente húmedo y caluroso al cual yo sólo estaba acostumbrada sentir en ciudades costeras de mi país. Me fascinó la sensación de sentir las gotitas de humedad chocar en la piel conforme vas caminando mientras te sumerges en la que podría considerarse la “capital” de Brasil.
En mi próximo post les contaré sobre mi caminar por la ciudad y el descubrir pequeños rincones mágicos entre tanto caos citadino.
Que cool están las cabinas de teléfono. No me imagino algo más caótico que el D.F. aunque seguro y como dices, es otro tipo de caos pero con el calorón… uff. A ver qué cuentas en el próximo post. 😉
Es un caos totalmente distinto Arlene, pero admito que me abrumó y desesperó los primeros días, ya después me acostumbré jajaja.
¡Saludos viajeros!
Lo del trafico insoportable es por desgracia el mal de muchas grandes capitales… pero yo tambien encontre algo peor que el DF y eso es Teheran hehehehe caos vial total XD
Saluditos!
Ufff no me lo quiero imaginar Gaolga… que desesperación, si hay algo que realmente odio de las grandes ciudades es eso, el tráfico. ¡Saludos viajeros!
Y lo otro insoportable de las ciudades con un trafical pues es la contaminación… esa carraspera en la garganta y sentir que estas respirando todo eso… buaaa… pero bueno son experiencias viajeras…
Así es… y hay ciudades que están mucho más contaminadas que otras… Que asquito jajaja
Hola me gusto mucho tu trabajo mi nombre es Mack debo ir a sao paulo por razones humanitarias no conozco la ciudad y me gustaría hacer contacto con alguna de tus amigas te agradeceria tu ayuda.
Hola Mack, me encantaría poder pasarte los datos de mis amigas, por desgracia una ya se regresó a vivir a México y la otra se fue a trabajar a Inglaterra. De todos modos si puedo ayudarte en algo más no dudes en preguntarme. Estaré pensando si conozco a alguien para poder ponerlos en contacto. ¿Cuándo vas a Sao Paulo? ¿De dónde nos escribes?
Espero tu respuesta y ¡Saludos viajeros!
hola!
que ganas le tengo a Brasil, tengo ganas de ir y visitar todo el país
de Sao Paulo no sabia nada y me has abierto los ojos, no tiene mala pinta
lo anoto para cuando vaya! chaooo
Me da gusto leer tu comentario, espero que cuando vayas te guste igual que a mi. Muchos saludos viajeros 🙂
Como dice Gaolga, lamentablemente no es solo un problema de Sao Paulo. Cada vez está peor el tema de la circulación en casi todas las grandes ciudades. Lo bueno es que como en este caso, el ambiente y todas las opciones que tienes en ellas para entretenerte lo compensan en parte.
Un saludo
Muy de acuerdo contigo y con Gaolga, cada vez eso del tráfico es peor en el mundo, pero sí, hay lugares super bonitos de la ciudad que merecen la pena ser visitados.
Muchas gracias Jose por tu comentario
Uf, pensar que lo tengo «tan cerquita» y aun no he ido a conocer al país vecino!
Me sorprendió cuando comentaste que el tráfico es peor que el del DF, eso no creo que me guste mucho. Allí, en tu ciudad lo sufrí pero bueno, es lo que tienen las grandes ciudades!
Te mando un abrazo y que sigan los buenos rumbos!!!
Jajajaja si, realmente aluciné el tráfico de la Ciudad, es una pesadilla total. Fuera de eso fue una ciudad que me gustó y me hizo sentir en casa. Ojalá vayas a conocer Brasil pronto 🙂