Después de pasar unos días en Ica era momento de regresar a Lima para que, desde ahí, pudiéramos volar rumbo a Cuzco.

Pero antes de irnos a Cuzco teníamos aún una noche en Lima y un encuentro con más viajeros. Desde varios meses antes habíamos organizado esta reunión con varios queridos viajeros que conocí a través de Twitter bajo el hashtag #ViajeAdictos.

El punto de encuentro fue el bar-restaurante Huaringas http://huaringas.com, un clásico en Lima en el que no te puedes perder los tiraditos y el pisco sour.

La decoración me encantó ya que tiene muchos colores muy vivos pero las fotografías que lo decoran son increíbles. Se encuentra en el barrio de Miraflores y es un sitio que no te puedes perder ya que te acoge desde que llegas. Este barrio es conocido por la gran variedad de restaurantes y bares de calidad en los que es casi seguro que o comerás genial o lo pasarás bomba.

Mi tiradito de pescado me supo a gloria, una explosión de sabores frescos en la boca que provoca éxtasis total y más cuando llevas horas viajando sin un bocado en el estómago todo sabe mil veces mejor. Recuerdo ese platillo y empiezo a salivar automáticamente.

Brindamos todos por nuestra amistad viajera con un riquísimo pisco sour que nos refrescó en esa noche calurosa.

Ahí nos econtramos con Cheylu @Cheylu , Grace @homecheapcusco e Indira @viajaporperu con quienes pasamos una noche genial de pláticas viajeras. A partir de ahora Gabo nos dejaría y seguiría con su viaje por Sudamérica de regreso a Argentina pero con una parada previa a Chile; Lau y yo seguiríamos nuestro caminar por Perú con Cheylu.

Ponerle cara a la gente con la que llevas intercambiando ideas, planes de viajes y tips viajeros es muy raro pero al mismo tiempo te das cuenta de que era lo único que faltaba para “confirmar” una amistad era un abrazo viajero y reír entre relatos y anécdotas.

¿Les ha pasado alguna vez algo así? El viajar no sólo te abre al mundo, sino que hace que surjan y crezcan amistades por todo el mundo.