La verdad es que no tengo idea de cómo empezar este post. No sé si les haya pasado alguna vez que para poder describir un momento o un hecho increíble no hay palabras que logren hacerlo o siquiera acercarse a esas emociones que viviste. Eso es lo que me pasa con este post, encontrar las palabras justas para poder transmitirles mi emoción viajera de hacer un sueño viajero de toda mi vida realidad es muy pero muy difícil.
Llevo más de un año queriendo escribir sobre Petra, esa maravilla del mundo que desde que era pequeña soñaba con conocer. Llegué a decir varias veces que no podía morir sin haber conocido esta ciudad de piedra rosada y quienes me conocen, saben que esto no es exageración.
Este post va más allá de hablar sobre el lugar, sino más bien de lo que es cumplir un sueño y poderlo vivir intensamente, como si fuera el último día de tu vida.
Ya llevábamos varios días de viaje feliz por Jordania con @VisitJordan y por fin la fecha de conocer Petra llegó. Nos dijeron que primero visitaríamos este sitio de noche, ya que coincidió que estuvimos uno de los días en los que hay este espectáculo. Petra by Night es todos los lunes, miércoles y jueves a las 20:30 horas y vale 17 JD (dinares jordanos).
No sabía realmente a lo que íbamos. Había visto fotos de El Tesoro iluminado de noche, pero preferí no investigar más antes del viaje para poder realmente sorprenderme y no ir con expectativas, ya que a veces el tener expectativas llega a ser decepcionante. Así que como quien dice, me fui a caminar petra de noche y fue de las experiencias más increíbles de mi vida.
Desde la entrada, un camino de veladoras nos guiaron el camino, oscuro y sin poder realmente saber por dónde vas caminando. Si mirabas hacia arriba, la brillante luna y las millones de estrellas de un típico cielo en el desierto nos alumbraban también el camino hasta que, después de caminar 3 Km, una intensa luz se asomaba al fondo del camino. Llegamos al famoso Tesoro, iluminado con más de 1500 veladoras que parecía que brillaba por si solo. La piel se me puso de gallina, sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, unas ganas de brincar, gritar de emoción y llorar al ver esa imagen perfecta ante mis ojos. Llegamos un poco tarde, casi no había lugar ya para sentarse y pudimos conseguir un lugar casi hasta adelante. Me senté en una manta de lana sobre la arena del desierto y con la boca abierta y los ojos semi llorosos de emoción, me senté para admirar desde abajo, ese imponente edificio mientras un beduino local tocaba una melodía con su flauta.
No sé realmente cuanto tiempo pasó, no recuerdo mucho del show, el Tesoro me tenía hipnotizada. Observarlo ahí, enfrente de mi, majestuoso como es él y con un techo de estrellas observándome desde lo alto, provocó que de cada ojo cayeran varias lágrimas de emoción. Mi mente y mi corazón no paraban un segundo – “¡Qué afortunada soy!” “¡Gracias universo, Dios, Cosmos, o quien quiera que seas por traerme hasta acá!” “¡Gracias vida!” “¡Gracias VisitJordan!” “¿Se puede ser más feliz?” No lo sé, solamente puedo decir a la vida ¡Gracias, gracias, gracias!”
Ese momento sublime terminó, era momento de volver al hotel y admito que fui de las últimas personas en salir de ahí ¡No me quería ir!, a pesar de que sabía que al día siguiente volvería temprano para caminarla hasta quedar exhausta.
Estábamos todos tan emocionados y tan felices que no pudimos dejar de celebrar esa noche. Bailamos, cantamos, cenamos y reímos como locos hasta que nos dieron las 4 am. ¡ERROR! A las 7 am teníamos que levantarnos para desayunar y estar listos a las 8 en la entrada de Petra otra vez. Pues cual zombies lo logramos. Omar, nuestro super guía nos fue contando la historia de Petra y sus leyendas mientras íbamos caminando hacia el Tesoro. Llegamos y verlo de día también es IMPRESIONANTE.
Estuvimos un tiempo ahí sacando fotos, admirando la belleza de este edificio labrado en roca y decidimos seguir caminando. Sabía que Petra era grande, pero jamás en mi vida creí que lo fuera tanto. En total caminamos ese día unos 20 km desde la entrada hasta el Monasterio, que queda al fondo y hasta arriba de todo.
Hacía un calor tremendo, el sol quemaba, y paso a paso nos derretíamos más y mas, pero las ganas de seguir descubriendo y caminando este lugar eran superiores. Para subir al Monasterio tengo que confesar que renté un burro, no me gusta hacer eso, sobretodo porque no los tratan muy bien que digamos, pero fue de gran ayuda, sino seguiría subiendo escalones hasta la fecha.
Pues les tengo noticias… Si el Tesoro es increíble, el Monasterio es impresionante. Parece que lo hubieran hecho ayer, está aún super bien conservado y es enorme y deja con la boca abierta a cualquiera. Los paisajes áridos desde arriba se ven como si fueran de otro mundo.
Ahora teníamos que volver, bajar desde el monasterio, caminar por la avenida principal de Petra bordeada de tumbas labradas también en piedra, subir la cuesta hasta el tesoro, del tesoro a la entrada y después de varias horas ¡Lo logramos!
Dejar el tesoro detrás fue triste, fue difícil emprender el camino a la salida. Fue dejar una parte de mi ahí y llevarme una parte de ese lugar conmigo. Conforme más viajo, más dejo mi ser en muchos lugares y más me adueño de recuerdos, sensaciones, fotos mentales. Es como un intercambio en el que a ese lugar le regalo una parte de mi que después puedo rellenar con una parte de ese lugar. ¿Será justo eso? ¿Creen que sea un buen intercambio? En lo personal creo que sí lo es, porque nos guste o no, después de visitar esos mágicos lugares no volvemos a ser los mismos.
Petra fue un sueño hecho realidad que disfruté como pocos lugares he disfrutado en mi vida. Dije que no podía morir sin haber visto Petra en mi vida, bueno… aun así todavía no quiero morir porque mientras más lugares conozco, más cuenta me doy de que me falta más mundo por caminar.
Me siento representada por cada palabra que escribis. Fue un viaje que jamas podre olvidar, quedara por siempre grabado en mi retina. Gracias por exoresarlo asi
Que gusto leer tu comentario Maria. Muchas gracias y muchos saludos viajeros 🙂
Una auténtica chulada de estos lugares que hay que visitar una vez en la vida. Aunque cuando estuve solo hice la visita diurna.
Un beso guapi!
¡Qué maravilla! Creo que todos tenemos este sueño de visitar Petra y me alegro de que lo hayas podido hacer realidad. Me atrae mucho la idea de hacer la visita nocturna y vivir una experiencia similar!!
Qué maravilla es poder ir cumpliendo sueños viajeros!!! Me encantaría conocer Petra, creo que la visita nocturna debe ser espectacular.
Saludos viajeros!
Fantástico viaje. Excedente destino
tengo tantas preguntas que hacerte… quiero viajar Mex-Adu Dhabi-Petra, solo contaré con 4 días en Jordania, que me recomiendas? a donde volar? que es lo imperdible? es mejor hacerlo con guía todo el tiempo o hay manera de hacerlo por uno mismo?