Muchas veces cuando estamos planeando nuestros viajes por el mundo, se nos olvida que también podemos visitar un mundo mágico que no queda tan lejos de México. Tan sólo a dos horas y media de vuelo saliendo desde la Ciudad de México se localiza Orlando, lugar donde se localiza el mundo mágico de Walt Disney World Resort con sus cuatro parques temáticos (Magic Kingdom, Epcot, Disney’s Hollywood Studios y Disney’s Animal Kingdom) y sus dos parques acuáticos que sólo abren en temporada de calor (Disney’s Blizzard Beach y Disney’s Thyphoon Lagoon).

Disney siempre es una buena idea, no importa si eres muy chico o muy grande, con mucha experiencia de viajes o con cero acercamiento al mundo, Disney te lleva entre sonrisas y alegría a ese mundo feliz en el que todos quisiéramos vivir.

Mi primera experiencia en Disney fue cuando tenía 7 años y como niña que era lo disfruté muchísimo. A pesar de que era muy chica me sigo acordando de esos momentos mágicos que pasé con mi familia, pero desde entonces no había podido regresar y este enero pasado tuve la fortuna de poder hacerlo.

Volver a Disney después de 26 años se dice fácil, pero ahora con mis 32 años pude vivir mi experiencia Disney «como adulto» y fue tan genial que realmente no sé cuál de las dos veces disfruté más. Creo que cada vez que uno va lo disfruta de forma distinta, ya que hay atracciones para todos los gustos y todas las edades. Eso sí, no importa la edad que se tenga, Disney se disfruta siempre con la esencia alegre, feliz e inocente de un niño.

Recordar Disney y volver a vivir disney con otros ojos, con más años y con tanta ilusión fue increíble. Me emocioné muchísimo cuando volví a ver el castillo, cuando pude volver a subirme al trenecito, cuando esta vez sí vi todo el recorrido de la casa embrujada (la vez pasada fui abrazada de mi tía, con los ojos cerrados y estaba muerta de miedo) y cuando me empapé en el Splash Mountain.

Recuerdo que cuando fui abracé a Mickey y a Pluto, esta vez pude hasta sacarme fotos de mis pies viajeros con ellos. Recuerdo que tenía una gorra de Daisy y esta vez no pude resistirme a comprar mis orejitas de Minnie.

La vez pasada pude subirme a juegos para niños pequeños y esta vez pude disfrutar como niña chica pero ahora los juegos para «grandes».

¿Les ha pasado que por la noche les dan calambres en las mejillas después de tanto reír y sonreír? Pues tengo que confesar que a mi me ha pasado varias veces, pero nunca tan seguido como casi cada noche que pasé en Disney.

Ir a disney es ir a disfrutar, a divertirte y a comer bien, por lo que olvídate de todo y disfruta al máximo cada segundo. Visitar sus distintos parques, adéntrate a ese mundo maravilloso donde todos somos iguales y todos buscamos lo mismo: ser felices.

Seas niño o no, tu niño interno también te lo agradecerá. Así que si estás pensando en ir de viaje solo, con amigos, con familia y/o con hijos, mi recomendación es: viaja al lugar más feliz de la tierra y regálate o regálales recuerdos que jamás olvidarás (olvidarán).

Disney es ese mundo mágico, fantástico y feliz que toda persona debe de visitar al menos una vez en la vida.

Disney es un mundo mágico, pero no dejes de conocer todo lo que ofrece la ciudad de Orlando, son muchas opciones de tiendas, actividades para niños y restaurantes para que la descubras!